Apología de Simone Weil. Apuntes sobre La voluntad de César Brie
por Ezequiel Gusmeroti
El pasado 9 de julio, César Brie presentó por primera vez en Buenos Aires su nuevo espectáculo, La voluntdad. Fragmentos para Simone Weil. Lo hizo, como cada vez que viene a la Argentina, y como declaró, además, frente al público presente al final de la obra, en el Banfield Teatro Ensamble, el teatro de Lomas de Zamora que lo recibe, casi ya como una buena costumbre, año a año.
Este nuevo espectáculo, interpretado por César Brie y Florencia Michalewicz, es una apología a Simone Weil: a sus ideas, a su compromiso, a su vida. El pensamiento de Simone Weil, la intelectual pacifista que supo trabajar como obrera en el campo y en la fábrica, es producto de la acción y el compromiso con su tiempo y con la humanidad toda: participó activamente en la Guerra Civil Española para combatir al franquismo, y describió con profunda lucidez el proceso de transformación que estaba sufriendo la Alemania nazi. Fue obrera, sindicalista, profesora, escritora, poetisa, filósofa, campesina y combatiente. Murió de hambre, exiliada. Dio su vida por la humanidad: murió por los demás, olvidándose de sí misma. Su epitafio reza: “Mi soledad abrazaba el dolor de los demás, hasta mi muerte…”.
Su pensamiento, casi desconocido completamente al momento de su muerte, con apenas 34 años de edad, es evocado y revitalizado por el texto escrito y dirigido por Brie. La puesta se desarrolla sobre un espacio casi despojado completamente de objetos escenográficos, en una revalorización del teatro “pobre”, en un sentido grotowskiano. Sólo hay un pizarrón negro sobre el que se escribe y se dibujan siluetas humanas (de Simone; de los soldados; de las vidas que se pierden inútilmente); un sobretodo y una sotana sobre unas maderas que hacen las veces de literas, en los bordes de la escena; un tacho con agua y trapos de piso que, humedecidos, se estrellan con violencia contra las siluetas del pizarrón: matando a los hombres, castigando a Simone –a ella y a sus ideas.
César Brie es Carlo Manfredi, el enfermero de Simone Weil; es su padre; es el soldado. Florencia Michalewicz es Simone, la mujer que ha dado su vida por los hombres. Carlo Manfredi nos cuenta que Simone:
Cayó en coma. Seis horas después murió. Simone escribía, escribía siempre, se ocupaba de los hombres, de las acciones de los hombres, del pensamiento de los hombres. Creía en la piedad, en el bien. Decía que si había un sentido, era hacer el bien. Buscaba la verdad, veía cómo eran las cosas y lo decía. Delante de ella no podías mentir porque ella era incapaz de mentir. Había nacido en Francia en 1909 y murió en Inglaterra en 1943”.
La obra va de la infancia de Simone Weil, jugando cándidamente con su hermano a Cyrano de Bergerac, a su participación directa en el campo, en la fábrica y en la guerra contra Franco. En ese recorrido, Simone piensa en los alcances reales del marxismo; en la locura stalinista que asesina a hombres geniales como Meyerhold: piensa en la muerte de Meyerhold y en la muerte de su mujer, Zinaida Reich, y con ellas, piensa en la muerte inútil de millones de hombres. Piensa en la Alemania nazi, y dice:
Los mejores activistas son asesinados cada día por las bandas de Hitler. El partido comunista define fascista todo lo que no es comunista. Así, en vez de dividir a sus enemigos los salda en un único bloque… La dictadura burocrática que pesa sobre la clase obrera rusa, sofoca una posible revolución alemana. Deberían crear un frente único desde la base y preparar una lucha armada contra las bandas de Hitler… ¿A qué puede servir un partido que está siempre detrás de las masas? Una burocracia nunca podrá dirigir una guerra civil. Este es el carácter trágico de la situación en Alemania…
Y concluye su reflexión sobre los alcances de la guerra repensando el poema de Homero, la Ilíada, en un análisis que tituló “El poema de la fuerza” –Simone quería explicar los clásicos a los obreros-:
El verdadero héroe, el verdadero sujeto de la Ilíada es la fuerza. La fuerza utilizada por los hombres, la fuerza que somete a los hombres… La fuerza delante de la cual, la carne de los hombres se retira. La fuerza transforma a quien somete en una cosa. Cuando se la ejercita hasta el fondo hace del hombre una cosa en el sentido más literal, porque hace de él un cadáver. Había alguien y un instante después no hay nadie. Un ejemplo son los cocheros caídos de sus carros (…) El héroe es una cosa arrastrada por un carro en el polvo. Nada atenúa la amargura: ninguna falsa inmortalidad, ninguna aureola de gloria o patria. Todos se precipitan en la oscuridad de la muerte
Ficha técnico-artística
Elenco: Florencia Michalewicz, César Brie
Fotografía: Paolo Porto
Dirección: César Brie
Funciones: Sábado 09/07 21:00 hs.; Domingo 10/07 18:00 hs. y Sábado 16/07 21:00 hs. en el Banfield Teatro Ensamble, Larrea 359, Lomas de Zamora.
http://www.teatroensamble.com.ar/plays/view/476/name:La-voluntad-Fragmentos-para-Simone-Weil