Los monstruos: Nuestra bestia interior quiere salir a la luz
El director Emiliano Dionisi, apostó hace cuatro años a la obra “Los monstruos”, una puesta dramática, comprometida y dinámica en el teatro Picadero en Capital Federal.
La obra maestra de Emiliano Dionisi, como director, y de Martín Rodríguez, como autor de las canciones y director musical, siembra elogios, premios y salas llenas desde sus comienzos, aquel 16 de septiembre de 2015. Pero, desde el 20 de marzo de 2018, Christian Giménez se suma a la propuesta, junto a Natalia Cociuffo.
Por un lado, la actriz Cordobesa, quien entró al mundo de la comedia musical junto a Rodrigo Machado, en el Centro Cultural General Paz 20 años atrás. Ya radicada en Buenos Aires, en 2006 participó en el espectáculo “Ella”, tributo a Rafaela Carrá y fue Roxie Hart ,en “Chicago”. También, trabajó en obras como ser: “Amores retro”, “Desconciertos musicales”, “Quiero llenarme de ti”, “Drácula”, etc.
Por el otro, el actor Christian Gimenez, exponente de la Comedia Musical Argentina, quien interpretó a Luis Sandrini en “Tita” junto a Nacha Guevara, protagonizó “Swing Time” por el cual fue nominado a un Premio ACE y por su trabajo en “Chicago ” fue convocado para interpretar la versión mexicana en el Distrito Federal. Así mismo, entre sus trabajos más importantes en el género se encuentran: “Forever Young”, “Más de 100 Mentiras”, “Por Amor a Sandro”, “El Fantasma de la Opera”, “Mueva la Patria”, “Pimpinela la familia”, “Cabaret”, “Aplausos”, “Jazz Swing Tap”, entre otros.
“Porque vos sos caso aparte”
Un esquema innovador por su formato de musical atípico, ya que en momentos muy específicos, entran canciones a potenciar el drama. Los Monstruos es una historia sobre la crianza, a partir de las intervenciones de un padre y una madre que buscan describir, y matizar, las particulares características de sus respectivos hijos.
Dos actores que encarnan, dos historias paralelas, que sacan risas y paralizan el corazón: Natalia Cociuffo, es una madre que le habla a su hija; Christina Gimenez, un padre que le habla al suyo. En un espacio cuadrado y abstracto, con muchos conflictos, hay violencia discursiva, y niños de por medio. Los niños están afuera, evocados, porque las bestias actorales están en escena.
La puesta teatral habla de la relación de una madre y un padre, que no son pareja, y que tienen chicos especiales, ni mejores, ni peores que los demás, son distintos. En esta trama los personajes están en crisis porque tienen que educar a los chicos y creen que lo que hacen es lo mejor que pueden hacer, pero ellos también tienen una historia perturbadora detrás.
Es una obra en la cual se presenta un sistema encadenado: estos padres crean a esos hijos, y ellos a su vez fueron creados por otros padres, que al mismo tiempo, tuvieron otros problemas; es un árbol genealógico de algunas frustraciones, culpas que uno tiene que pagar y que encuentra en los vínculos más cercanos el motor para canalizarlos.
Los protagonistas, Sandra y Claudio, se sientan y aguardan su turno para hablarle a un interlocutor invisible, que queda en la imaginación del espectador. Siempre en escena, una madre y un padre al borde de un ataque de nervios, que no se conocen, pero que en algún momento lo harán, ya que sus hijos concurren al mismo colegio.
La hija de ella, Dolores, es una nena callada, tímida, sensible, frágil. Y es tratada como si fuera adulta, a pesar de que tiene tan solo nueve años. Por su parte, Claudio tiene un hijo de once años, Patricio, que es todo lo contrario, enérgico, maltratado en el colegio y no pasa desapercibido ante los demás.
Como su título lo indica, aparece la idea de que cualquiera puede ser el monstruo, tanto padres, quienes con el correr de la trama van transformándose, como hijos. Además, es importante destacar que el texto supera a la música y cuando esta aparece no lo hace como forma de distensión, sino como una continuidad de la palabra hablada.
También, se muestra una realidad social, de la educación que perturba a todos y nadie escapa a eso, como el bullying, el abuso sexual infantil, la violencia y discriminación. Una puesta desafiante por el tema que trata, que dejará al público pensando y muy emocionado.
La obra fue galardonada con cuatro premios ACE, siete Premios Hugo, cuatro Premios Florencio Sánchez, una distinción en los Premios Trinidad Guevara, Mejor partitura/banda de sonido, y en los Premios Argentores 2016, como: mejor música para teatro.
Así mismo, grabaron un CD con la música original del espectáculo teatral, producido por “Compañía Criolla”. El disco cuenta con 8 canciones interpretadas y se encuentra a la venta los días de función.
Una obra de la escena local donde los espectadores se sentirán identificados en algún momento de la historia ya que todos fuimos hijos, y algunos, hasta son padres. Un proyecto que reivindica el teatro Musical Argentino y que conmueve por las diferentes situaciones, algunas cotidianas y otras desgarradoras, que van atravesando los personajes. Todos llevamos un monstruo en nuestro interior, muy lejos en la oscuridad. ¿Te animas a descubrirlo?
Dramaturgia: Emiliano Dionisi.
Música y letra: Martín Rodríguez.
Dirección: Emiliano Dionisi y Martín Rodríguez.
Actores: Natalia Cociuffo y Mariano Chiesa.
Foto: Akira Patiño, gentileza Tommy Pashkus Prensa
Ficha completa en: http://www.alternativateatral.com/obra37435-los-monstruos