Los miércoles a las 21.30 hs. en la sala ElKafka de la Ciudad de Buenos Aires se presenta Moralamoralinmoral, puesta de danza-teatro dirigida e interpretada por Brenda Lucía Carlini, Agustina Fitzsimons, Milva Leonardi y Marta Salinas. Se trata de la segunda temporada de un proyecto que resultó ganador de la última edición de la Bienal Arte Joven. En 2014 obtuvo el PREMIO S y fue seleccionado como Trabajo destacado en los Premios Teatro del Mundo 2014 en el rubro Coreografía
Cuatro cuerpos jóvenes ingresan al escenario con jeans, zapatos firmes de cuero y camisas. Entran, con decisión, a accionar. En primer lugar se trata de quitar las cajas y banquetas que ocupan el centro de un piso rojo -que dibuja un rectángulo en el centro del escenario- para disponerlas en los laterales y prepararlas para lo que va a suceder a lo largo de la serie de acciones que se irán enlazando a continuación. Las acciones son precisas, mínimas, elaboradas y su conjunto da forma a una partitura absolutamente fluida. Lo efímero de ese fluir es lo que convoca la mirada de las y los espectadores que, embelsad@s por dicha dinámica, difícilmente puedan abstraerse de ese aquí y ahora que construye la escena. Es que Brenda Lucía Carlini, Agustina Fitzsimons, Milva Leonardi y Marta Salinas, quienes presentan sus cuerpos para este juego escénico en lenguaje de danza-teatro, tienen perfecta certeza de la búsqueda que desarrollan en el escenario. Estas cuatro compañeras de la Licenciatura en Composición Coreográfica con mención en Danza-Teatro del IUNA diseñaron grupalmente la puesta en escena que transitan en cada función. Tanto en la dirección como en la iluminación -diseñada por Matías Sendón- y en la escenografía y el vestuario -desarrollados por Mariana Tirantte- se observa una gran virtud: continuar el rumbo de las acciones y acotar cada elemento a la precisión minimalista que permita que los cuatro cuerpos sean los que queden en primer plano. La figura es el cuerpo, el fondo es el resto; o, como canta con mejores palabras Gabo Ferro, «el cuerpo es poesía el resto es verso».
La presencia de esos cuerpos femeninos operando con determinación y, de este modo, construyendo danza desde la acción (antes que accionando en el marco de una coreografía) se apoya en una línea compositiva vinculada con la cita de prácticas e imaginarios heteropatriarcales y machistas. Así, bigotes, gritos militares, piropos denigrantes, gestos de dominación sexual, penetraciones violentas, tanto como la alusión a discursos sobre el aborto desprendidos de todo cuerpo, se presentan en este devenir escénico más como cita que como parodia. Y es por medio de esas citas -en el soporte de los cuerpos de estas cuatro mujeres- donde se opera una deconstrucción de los atributos de dominación social: su arbitrariedad, su hegemonía asfixiante. Es en este sentido que Moralamoralinmoral puede leerse, a su vez, como un cuestionamiento al binarismo de género hegemónico, a la performatividad de género (Butler) regulada por la cultura del patriarcado.
El título de la obra ya plantea un pastiche donde se hace difícil discernir entre lo moral, lo amoral y lo inmoral; aquello que se ajusta, se despega o se opone a las «buenas costumbres». Ya desde ahí, entonces, se formula una pregunta ética que la escena parece indagar con un método inductivo de prueba y error. La espuma en aerosol ¿hace Carnaval?, un grito grave y estridente ¿conforma una orden de obediencia debida?, unos globos ¿arman un cumpleaños? Hace muchos siglos atrás el viejo Aristóteles afirmaba, en su Ética Nicomáquea, que una golondrina no hace verano, de igual manera que un sólo día de felicidad no basta para hacer a un ser humano dichoso y afortunado. Lo que nos hace virtuos@s o no, explica el filósofo, es la repetición de los actos orientados hacia el bien. De alguna manera es la iteración, entonces, la que -como una pequeña gota que cae de manera sostenida sobre una superficie- logra agujerearla; será por medio de la repetición incesante y vigilada de actos aprendidos que se construirá un hábito difícil de desmontar. De esta manera lúdica, inteligente y sutil, Moralamoralinmoral traza un nudo entre performatividad de género y ética. Del desmontaje de esos hábitos se nutre el fluido que circula por esta danza. O sea: si lo que consideramos una esencia interna del género se construye a través de un conjunto sostenido de actos, como nos hizo ver Butler, quiere decir que lo que hemos tomado como un rasgo «interno» de nosotr@s mism@s es algo que anticipamos y producimos a través de actos corporales. Lo natural se trataría de un efecto alucinatorio de gestos. Por ello, una de las grandes virtudes de la puesta es mostrar esta alucinación por medio de la deconstrucción de esos gestos que se repiten.
El trabajo metódico de las actrices logra transitar un aquí y ahora donde la citas a toda representación (las ya mencionadas performatividades de género masculino, por ejemplo) dan cuenta de su carácter de constructo. En este juego quien representa, pierde. Gana quien logra presentar el estado de situación de una escena que se abisma, de unas imposiciones por repetir que se agotan de cansancio, de una moral que, agrietada, se rasga.
Más sobre la obra en: https://www.facebook.com/moralamoralinmoral
Ficha técnico-artística
Intérpretes y dirección: Brenda Lucía Carlini, Agustina Fitzsimons, Milva Leonardi, Marta Salinas
Asistente técnica: Camila Fabbri
Escenografía y Vestuario: Mariana Tirantte
Diseño de Iluminación: Matías Sendón
Asistente de Iluminación: Sebastián Francia
Diseño Gráfico y Fotos: Pablo Viacava (WeArePasto.com)
Prensa: www.lucianazylberberg.com.ar
Funciones 2015: Miércoles 21.30 hs. ElKafka teatro
Reservas: 4862-5439 o en www.alternativateatral.com.ar